El equipo interdisciplinario del ayuntamiento de Toluca y la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) encontró 17 omichicahuaztlis, instrumentos musicales tallados en huesos humanos, en el cerro del Dios Tolo, con lo que se avanza en los estudios de la identidad, historia y riqueza de la capital mexiquense.
Ricardo Jaramillo Luque, director del proyecto, explicó que en los trabajos de excavación se encontró una ofrenda múltiple en la que “tenemos exclusivamente huesos omichicahuaztli, que significa: omitl, de hueso, y chicahuaztli de fuerza interna, por lo que este hueso tendría algo más que es lo que estaba produciendo el sonido, entonces es un hallazgo muy interesante”.
Explicó que estos hallazgos están asociados con materiales matlatzincas, “que es la cultura fundamental que tenemos en el Cerro del dios Tolo, estamos hablando del post clásico tardío, con huesos recocidos, endurecidos en forma particular y estriados de manera transversal al mismo hueso, con el objeto de producir sonido, producir música; sabemos por las fuentes escritas que fueron utilizados en ceremonias funerarias o rituales”.
El valor de los descubrimientos no sería conocido sin los cuidadosos trabajos de limpieza, restauración y preservación de cada pieza, realizados por un grupo de profesionistas de la UAEMéx, quienes son los encargados de llevar a cabo esta exhaustiva labor.
María Luz González Uribe, jefa del Departamento de Conservación y Restauración de la Dirección de Museos Universitarios, compartió que los omichicahuaztli:
“Son unos instrumentos musicales que se hacían a partir de huesos humanos largos, como fémures, tibias y peronés, que eran tratados por los antepasados mediante una especie de quema para endurecerlos, después les hacían unas muescas y los utilizaban como instrumentos como de percusión”.
Asimismo, aseguró que la limpieza de los huesos es muy puntual, por lo que:
“Se hace bajo microscopio con el fin de eliminar tierra, evitando rayar el hueso, además no se puede utilizar material metálico para no dejar sedimentos, entonces se tiene que hacer con madera o con bambú, lo que hace que los trabajos sean tardados pero finalmente aquí están los resultados”.
Estos hallazgos también nos ayudan a descubrir más de nuestros antepasados con otro tipo de conocimientos, como la alimentación de los individuos que se denota con una buena estructura ósea o la mala alimentación o enfermedades que pudieron tener.
Además, los omichicahuaztli que están en condiciones muy delicadas, reciben un tipo de consolidación especial con calcio o, en el caso de que hubiera fracturas muy pronunciadas, se pone un poco de adhesivo nada más para que la fractura no se corra, cuidando en todo momento todas las normas ya que siempre están a disposición de que puedan ser analizados.
Los trabajos continuarán para que conozcamos más acerca del vasto universo ancestral, como en este caso los omichicahuaztli, que evocan la riqueza cultural y creativa de nuestros antepasados y que ofrecen un vistazo fascinante a la antigua tradición musical y religiosa que nos conecta con nuestro legado histórico de una manera única.
Este trabajo coordinado ha sido posible tras la firma de un convenio entre el alcalde Raymundo Martínez Carbajal y el rector Carlos Eduardo Barrera Díaz, lo que ha afianzado los esfuerzos, acelerado los trabajos y logrado una mayor productividad.
“El gobierno municipal de Toluca continuará su compromiso de preservar y apreciar las tradiciones culturales de nuestros antepasados”.
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