Marcel Paul, un talentoso estudiante de ingeniería eléctrica en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Fulda, ha logrado lo impensable: establecer un nuevo récord Guinness al modificar un auto de juguete para alcanzar la asombrosa velocidad de 150 kilómetros por hora.
Durante diez meses, Paul se dedicó meticulosamente a investigar y transformar un vehículo originalmente diseñado para niños, con el objetivo de convertirlo en una máquina eléctrica de alta velocidad. Inspirado por la emblemática película Volver al futuro, donde los protagonistas necesitan llegar a 88 millas por hora (aproximadamente 140 kilómetros por hora) para viajar en el tiempo, Marcel decidió que su reto personal sería superar ese umbral.
Después de muchos días y noches de arduo trabajo, el momento decisivo llegó en el famoso circuito de Hockenheimring. Bajo la atenta mirada de jueces y entusiastas de la velocidad, el pequeño auto modificado de Paul logró alcanzar los 150 kilómetros por hora, superando con creces el umbral necesario y estableciendo un nuevo récord mundial para el auto de juguete más rápido.
La hazaña de Marcel Paul no sólo destaca su destreza técnica y su capacidad de innovación, sino que también nos recuerda que con pasión y dedicación, incluso los sueños más extravagantes pueden hacerse realidad.
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