El presidente nacional del Consejo Rector de la Tortilla Tradicional Mexicana, Sergio Jarquín Muñoz, informó que en los próximos días habrá un ajuste en el precio de la tortilla en el Estado de México de alrededor de 2 pesos.
Por el incremento en los precios de insumos y refacciones, el sector ha tenido una reducción en sus ventas de entre 40 y 50 por ciento, por lo que en breve adquirirán 20 mil toneladas de maíz de Sinaloa a un precio más barato.
“Desde hace 3 meses encontrábamos un precio máximo de 22 pesos el kilo, hoy lo que harán los compañeros es ajustarse, es decir, los que estaban en 16 lo subirán a 18, los de 18 a 20 y de los 20 a 22 pesos”.
Explicó que a partir del 1 de agosto la tonelada de harina subió mil 250 pesos y se ubica entre 17 mil 500 y 17 mil 700, mientras la tonelada de maíz se ubica en 9 mil 200 pesos, cuando en 2019 costaba 4 mil 450 pesos y la harina 7 mil 500 pesos en promedio.
El también presidente de la Organización de Molinos y Tortillerías del Estado de México, que agremia a 35 mil negocios del ramo principalmente en el Valle de México, apuntó que octubre será el mes más crítico para el precio del maíz por la lejanía de las cosechas de Sinaloa, cuando la tonelada podría ubicarse en 10 mil pesos.
“En ese momento la tortilla se disparará y podría alcanzar los 28 pesos, incluso los 30 en algunas zonas, aunque por las cosechas del Bajío el precio podría estabilizase un poco por la cercanía al Estado de México“.
Enfatizó que el sector está haciendo un gran esfuerzo para contener el precio de la tortilla en la zona centro del país y el aérea metropolitana, donde tendría que estar por alrededor de los 26 pesos.
Para contener el precio de producción han llegado a un acuerdo para comprar, sin intermediarios, 20 mil toneladas de maíz de Sinaloa con un ahorro de 400 pesos por tonelada, ya que a la fecha lo adquieren en la zona metropolitana de la Ciudad de México en 9 mil y 9 mil 200 pesos.
Dichas toneladas serán de inicio para tortilleros de Chimalhuacán, es decir, para una cuarta parte de lo que ocupan sus 35 mil agremiados, los cuales consumen entre 60 mil y 80 mil toneladas.
“No contamos ni con la infraestructura ni los recursos económicos para abaratar más los costos de producción, pero haremos una compra a contra entrega, no todos entrarán. Lo que queremos es llegar hasta finales de octubre para comprar la cosecha de Hidalgo y no tener necesidad de seguir ajustando el precio de la tortilla, la intención es no perjudicar más a la gente”, sostuvo.
En los últimos cinco meses ha reducido el consumo per cápita de la tortilla, pues las personas llegaban y compraban 15 pesos, casi un kilo cuando estaba a 16 pesos, hoy llega con la misma cantidad y compra menos producto.
Está situación ha provocado una baja de entre 40 y 50 por ciento en su producción y por ende en sus ventas.
“Hoy una tortillería está vendiendo alrededor de 150 a 200 kilos diarios. Una tonelada de maíz rinde para 86 kilos de masa pero alrededor de 40 kilos de tortilla, es decir, una tonelada alcanza para dos o tres días de producción”.
Lamentó que el gobierno federal no esté dando ningún tipo de apoyo al sector, pese a que la tortilla es un factor de medición para la inflación y se quedó fuera de la canasta básica.
Desde 1998 el precio de la tortilla está liberado y se rige por la oferta y demanda, los precios de los insumos, las refacciones que también están por lo cielos.
Desde 2019, antes de la pandemia, el sector ha tenido múltiples reuniones por la cancelación de programas y la creación de otros como los Precios de Garantía, además de solicitar la compra de maíz a través de Selgamex, que no se da abasto ni para surtir a Diconsa; créditos a la palabra, que solo fueron de 20 mil pesos y no alcanzaron para nada.
“No pedimos que nos regalen nada, solo que nos den el mismo trato que a los grandes productores que tienen bajas tasa de interés”.
Para finalizar, Jarquín Muñoz resaltó que a la fecha el Estado de México se ubica en el tercer lugar con el precio de la tortilla más bajo, el primer lugar es Puebla donde se vende en desde 14 pesos.
La más cara está en el norte, donde se utiliza más harina y menos maíz nixtamalizado, lo que encarece mucho la producción; y el sur del país (Yucatán, Quintana Roo y Guerrero), por el costo del traslado de la semilla.
A la fecha la entidad concentra el mayor número de tortillerías, molinos y mayor comercialización.
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