Buscan agua sin medir su calidad en Toluca

Actualmente hay una contradicción sobre cómo abastecer la demanda de agua en el Valle de Toluca para consumo humano y el cómo garantizar la disponibilidad del recurso, pues aún cuando el Ayuntamiento de Toluca plantea la perforación de pozos en el área urbana de la capital mexiquense, es necesario identificar, en primera instancia, si ese líquido tiene una buena calidad.

Así lo informó el profesor investigador de la Facultad de Planeación de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) Fermín Carreño Meléndez, quien puntualizó que hay zonas donde la extracción de agua puede ser a no más de 200 a 400 metros de profundidad, pero hay otros sitios donde se requiere una extracción a más de mil metros, lo que pone en duda la calidad del agua.

‘Entre mayor profundidad tenga, tiene mayores cantidades de contaminantes del subsuelo, (el agua) tiene mayor temperatura, mayor alcalinidad, la aparición de lodos y otro tipo de bacterias’, declaró el investigador de la UAEMéx.

Recordó que hay especialistas que podrían realizar el muestreo necesario en el líquido proveniente del subsuelo de Toluca, pero de inicio, el gobierno municipal debe definir la manera en que va a obtenerlo, en qué zonas y la profundidad a la que se encuentra.

Fermín Carreño explicó que cualquier agua que sea extraída de un pozo requiere pasar por análisis físico-químicos determinados para confirmar su viabilidad para consumo humano.

En estos procesos, se mide la temperatura en que se encuentra el agua, su PH para conocer su alcalinidad, los sólidos disueltos, la conductividad, dureza, presencia de hierro, nitratos y fosfatos, entre otros, además debe someterse a un análisis bacteriológico, el cual podrá identificar bacterias coliformes totales.

En este escenario, dijo, el gobierno municipal de Toluca, antes de iniciar con la perforación de nuevos pozos de extracción, primero debe analizar si con esta acción combatirá el problema de demanda, considerando el crecimiento poblacional acelerado.

‘Se debe analizar si cada vez se encuentra que hay una menor cantidad de agua y hay que perforar a mayor profundidad, y esa menor cantidad es porque los acuíferos no son cuidados en términos de filtración. Desde hace 20 años se encuentra un déficit, es decir, se extrae más agua de la que se puede inducir y esto genera grandes conflictos, porque además, entre mayores contaminantes tenga, hay que meterle más inversión para su saneamiento’, agregó Fermín Carreño.

Al ser cuestionado sobre si el aprovechamiento del agua pluvial podría ayudar a mitigar el déficit de agua en Toluca, el investigador de la UAEMéx mencionó que es una alternativa para abastecimiento parcial, pero no es la solución.

‘El agua de lluvia no es la solución para todo, no hay una gran cantidad y también se requeriría algo de infraestructura, en las casas ayuda a aliviar uno o 2 meses de cobertura, pero hay otro aspecto que se ha dejado de lado, hace falta que se trabaje en el tratamiento de las llamadas aguas servidas, es decir, las que utilizamos’.

Con el aprovechamiento de aguas tratadas, no sólo se ayudará al abastecimiento para la población, sino se aliviaría la extracción de agua, además de apostarle a la construcción de humedales que permitan el proceso natural de infiltración y la verdadera adopción de una profunda educación ambiental, misma que no sólo se reduce a la recolección de pet y limpieza de calles, ríos u otros.

Sin embargo, también planteó reducir la extracción por parte de cerveceras y embotelladoras asentadas en el Valle de Toluca.

Habría que limitar la existencia de embotelladoras que están asentadas en los caudales donde hay agua’, concluyó.

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