Al cierre del presente año,el Estado de México se ubicará en el lugar 23 del Índice de Competitividad Estatal (ICE), dentro del nivel medio bajo, una posición que evidencia la necesidad de fortalecer la coordinación institucional para revertir rezagos persistentes, entre ellos la alta percepción de corrupción.
De acuerdo con Dante León Ortega, profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), los resultados dados a conocer por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) deben interpretarse como una oportunidad para corregir deficiencias estructurales y aprovechar los alcances del denominado Plan México.
El especialista subrayó que el Estado de México es una de las entidades con mayor tiempo de industrialización en el país, a la par de regiones como Monterrey. Sin embargo, advirtió que corredores estratégicos, como el Toluca–Lerma, muestran un rezago tecnológico frente a otras zonas del norte del país, donde con mayor frecuencia se instalan empresas innovadoras.
“Estamos frente a un problema de competitividad estructural. Los parques industriales no se han renovado al ritmo que exige el contexto actual, a diferencia de lo que ocurre en otras regiones. A ello se suma una burocracia persistente y prácticas de corrupción que ralentizan los trámites para la apertura de nuevas empresas”, señaló.
El IMCO coloca en los primeros cinco lugares del ranking nacional a Ciudad de México (la única con nivel muy alto), seguida de Baja California Sur, Nuevo León, Jalisco y Aguascalientes. En contraste, las entidades con menor competitividad son Zacatecas, Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Chiapas, este último en la última posición.
Para el economista, estos resultados representan retos claros de cara al próximo año, los cuales deberán atenderse con prontitud para evitar la pérdida de inversiones en el Estado de México.
“Se trata de una entidad grande y compleja, por lo que los cambios no se darán de manera inmediata; sin embargo, es indispensable capitalizar el Plan México anunciado por el gobierno federal”, afirmó.
La edición 2025 del Índice de Competitividad Estatal evalúa a las 32 entidades federativas a partir de 53 indicadores, agrupados en seis subíndices que miden la capacidad de los estados para generar, atraer y retener talento e inversión.
En el caso de la Ciudad de México, Estado de México e Hidalgo, el IMCO identifica como fortalezas la diversificación económica, la complejidad productiva y una alta capacidad logística. No obstante, entre los principales desafíos se mantienen la percepción de corrupción y condiciones laborales menos favorables.
Otro de los puntos críticos, advirtió León Ortega, es la infraestructura, cuya modernización no avanza al ritmo necesario, lo que genera retrasos en el traslado de mercancías y afecta la competitividad regional.
“Este es un tema que ya no admite postergaciones y requiere atención en el mediano plazo”, sostuvo.
Finalmente, destacó que la llegada de un nuevo gobierno abre una ventana de oportunidad para atender problemáticas que se han acumulado durante años.







