Hasta 40% de incremento en tormentas se podría generar en las 438 mil hectáreas del polígono de las tres presas que abarca el Cutzamala, a través del bombardeo de nubes por la sequía en el sistema de captación de agua que abastece al Estado de México.
El programa de estimulación de lluvias con yoduro de plata está planeado para realizar entre 20 y 30 aspersiones en la zona desde hoy hasta el 7 de mayo, dijo Santiago Argüello Campos, coordinador de Agricultura de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural federal.
Explicó que el objetivo es aprovechar la nubosidad que vendrá del Pacífico hacia el Centro, misma que debe tener cierto porcentaje de humedad para crear la tormenta con esta tecnología, es decir, una vez que el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) informe que la nubosidad requerida está sobre el polígono trazado, se realiza el sobrevuelo de la aeronave, que ya está lista desde el lunes y partirá del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Para esta acción, la aeronave va equipada para hacer las aspersiones con un reactivo que es una mezcla de yoduro de plata que se lanzará por donde van a pasar las nubes y generar así la precipitación esperada.
“Los resultados son inmediatos, una hora se genera la tormenta y con eso empieza la precipitación, y dependiendo de la humedad de las nubes es el tiempo que dura en precipitar la capacidad de la nubosidad”, acotó Argüello Campos.
Abundó que la expectativa es que en un periodo de un mes o mes y medio se hagan entre 20 o 30 sobrevuelos en la zona del Sistema Cutzamala, y esperan llegar al nivel máximo de beneficio, con cerca de 40% de lluvias, pero depende de las condiciones meteorológicas.
Reiteró que por los niveles de sequía previstos es que se implementa la tecnología en este momento, y de acuerdo con las reuniones con Conagua, luego de que se apagó el fenómeno de La Niña, podrían tener mejores condiciones de nubosidad en la región, pero no así de precipitación y es lo que buscan aprovechar, pues se espera un año de estrés hídrico severo.
“El polígono definido por Conagua y el Servicio Meteorológico Nacional en donde quieren incidir los escurrimientos generados e involucra las tres presas que componen el sistema que son: El Bosque en Michoacán, Villa Victoria y Valle de Bravo en el Estado de México, que son las que lo alimentan”, agregó.
Con base en su experiencia, los resultados varían en todos los casos en que ha trabajado, como en Baja California, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Chihuahua y la región lagunera en Durango y Coahuila, donde han tenido un buen rango de éxito, desde 25% hasta 40% en promedio de incremento de la precipitación sobre la media esperada por Conagua.
En dichas entidades se han abarcado hasta una o 2 millones de hectáreas, y la del Cutzamala es una cuarta parte en comparación con lo que se ha hecho.
El coordinador puntualizó que es común que a veces llueve en el Valle de México, pero no aporta al Sistema Cutzamala; las tres principales presas y las cuencas que generan escurrimiento hacia ellas es donde se tiene verdaderamente incidencia, fuera de ello podrían beneficiar zonas agrícolas, de pradera y otras entidades, pero el foco es el polígono mencionado.
Argüello Campos resaltó que las condiciones de la región no influyen en el resultado de esta acción, toda vez que la experiencia en otros lugares es de extrema sequía; “más bien dependemos de las condiciones meteorológicas, de la nubosidad”
Rechazó que haya afectaciones o contaminación, pues para que fuera dañina al ambiente o la salud se habla de una residualidad mayor a 100 partes por millón. La coordinación, además de los pluviómetros, realiza un análisis del agua que se precipita y del suelo que la recibe y no se han detectado daños.
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