Encuentran vestigios arqueológicos prehispánicos en el Cerro del Dios Tolo en Toluca

Vasijas, grabados en piedra, instrumentos musicales en hueso y trabajos arquitectónicos son algunos de los vestigios que un grupo de expertos han encontrado en las inmediaciones del Cerro del Dios Tolo, ubicado en lo más alto del Paseo Matlazincas; espacio que divide el norte y sur de la ciudad y en la cima da una sensación de grandeza.

El sitio arqueológico como tal comprende una extensión de al menos 11 hectáreas, sin embargo, el proyecto de restauración se ha concentrado en la parte nuclear que abarca hectárea y media. El avance de los trabajos apenas representa 10 por ciento del área, pero ha ofrecido una riqueza patrimonial muy importante.

El grupo interdisciplinario del ayuntamiento de Toluca y la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) ha encontrado vestigios que dan cuenta del pasado prehispánico de la ciudad. Si bien este sitio había tenido algunas intervenciones en el pasado, no se comparan con lo que se ha hecho hasta ahora.

“Entre 1930 y 1934 el arqueólogo José García Pallón hizo las primeras exploraciones y descubrió prácticamente la zona arqueológica, Tecaxic y Tolotzin. En 1970 el doctor Román Piña Chan, arqueólogo de Campeche, hizo lo propio, seguido del doctor de la Universidad de Arizona, Michel Smith; trabajaron un tiempo, pero lo dejaron porque no es fácil sin recursos”, resalta Gerardo Novo, cronista vitalicio de Toluca por la Asociación Nacional de Cronistas de México.

Tras las excavaciones de los últimos 15 meses, el catálogo que se ha conformado cuenta con más de 350 piezas de cerámica, obsidiana, metal y cobre, así como más de 500 piezas de hueso. Las ofrendas localizadas que estaban debajo de los muros o las escalinatas están relacionadas con alguna actividad ritual por la ampliación de un edificio, aunque hay otras que tienen que ver con la muerte de algún personaje importante.

“Son unas 80 piezas completas o casi completas de cerámica, estamos hablando de piezas completas o casi, producto de 11 ofrendas, que hemos excavado encontrado algunas de obsidiana, cobre con algunos aretes y hueso. Las vasijas y alimentos eran necesarios para trascender al otro mundo, lo mismo que algunos animales y herramientas”, detalla Ricardo Arturo Jaramillo Luque, jefe de la Unidad Cerro Dios Tolo del ayuntamiento de Toluca.

También han hallado 17 omichicahuaztlis, instrumentos musicales tallados en huesos humanos, que la cultura matlazinca utilizaba en eventos fúnebres y datan de post clásico tardío.

“En la famosa Sierrita de Toluca, hoy Parque Sierra Morelos, hay evidencia de la época preclásica, es decir, más de 3 mil años; pero en la parte monumental o principal del sitio, donde estamos excavando, es del post clásico tardío, estamos hablando del 1100 o 1150 después de Cristo al momento de la conquista española en 1520″, destaca el arqueólogo.

Omichicahuaztli, significa: omitl: de hueso, y chicahuaztli: de fuerza interna. Los instrumentos se hacían con huesos recocidos, endurecidos en forma particular y estriados de manera transversal al mismo hueso, con el objeto de producir sonido, producir música; “sabemos por las fuentes escritas que fueron utilizados en ceremonias funerarias o rituales”.

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