La presidenta de Perú, Dina Boluarte, se encuentra en el epicentro de una tormenta política tras la renuncia repentina de seis miembros clave de su gabinete. Este movimiento, desencadenado por una investigación por presunto enriquecimiento ilícito, ha generado un terremoto político en el país.
El primer ministro del Interior, Víctor Torres, marcó el inicio de esta ola de dimisiones, seguido por importantes titulares de carteras como la Mujer, Educación, Desarrollo Agrario, Producción y Comercio Exterior. La salida de Torres, quien citó «problemas familiares» como razón, llega en un momento crítico, cuando el nuevo primer ministro, Gustavo Adrianzén, y su equipo revisado de 18 ministros se preparan para la votación de investidura en el Congreso.
El escándalo estalló cuando se descubrió que Boluarte supuestamente poseía relojes Rolex no declarados, lo que desató una investigación. Aunque los relojes no se encontraron durante los allanamientos, la fiscalía ha citado a Boluarte para presentarlos. La presidenta ha declarado su disposición a colaborar con las autoridades para esclarecer los hechos, mientras la turbulencia política crece.
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